
Los
elementos básicos para componer en las plantas
de hormigón de Jaén una
buena masa de hormigón para construir de forma sólida son
cemento, agua y arena.
En anteriores blogs hemos visto la importancia de la calidad del agua para que la estructura tenga una calidad óptima. Ahora vamos a darle un repaso a las arenas utilizadas en construcción y su importancia:
La arena o agregado
fino es, aproximadamente, un 60% del peso final del hormigón fraguado
y endurecido. Es por esto que existe una serie de normativas, tanto a
nivel estatal como a nivel europeo, que determinan la calidad y el tamaño de grano (también llamado granulometría) adecuado para
este tipo de trabajos.
Contrariamente a lo que podríamos
pensar, la arena de playa no es adecuada al contener sal, que es
incompatible con el cemento. En caso de utilizar arena de playa
correríamos el riesgo de una estructura constructiva inestable,
débil y vulnerable a caídas y derrumbes. Lo ideal es utilizar arena
extraída de canteras aluviales, depósitos de río o gravas
compactas, o bien podemos utilizar arena obtenida
artificialmente. Sea cual sea el origen, Hormigones
el Condado recomienda que la arena que utilicemos en nuestro
hormigón no provenga de fragmentos de estructura laminar, planas o
alargadas, siendo las más adecuadas las de grano esférico o
razonablemente cúbico.
Conociendo un poco más la arena
que utilizan los profesionales en las plantas
de hormigón de Jaén,
sabemos más acerca de la indudable calidad que nos ofrecen los
variados tipos de hormigón para cualquier tipo de obra civil.